Todos
conocemos los continuos avances de la Unión Europea para unificar en lo posible
a los estados miembros en aspectos como la libertad de circulación, la unión
bancaria y fiscal… otro aspecto menos
comentado por los medios es el llamado “cielo único europeo”.
Hace
unos días leí esta noticia: “El cielo único europeo ahorraría 5000 millones
anuales en gestión del tráfico
aéreo” y me puse a investigar sobre las
características del espacio aéreo europeo. Sus características son las siguientes:
1º)
Existe un crecimiento del tráfico aéreo
en Europa a pesar de la crisis lo cual implica que en el futuro puede haber un exceso de
demanda, si éste no es cubierto los retrasos en los vuelos se incrementarían.
2º) La fragmentación en la gestión del tráfico
aéreo supone un uso ineficiente de los recursos disponibles. Por ejemplo,
en Estados Unidos el sistema que vigila su tráfico aéreo lo hace desde 20
centros de control, mientras que en Europa existen 66 centros de este tipo. Lo
lógico sería pensar que en Europa se pueden controlar más vuelos que en Estados
Unidos, sin embargo, sólo se controlan la mitad que en el espacio aéreo
norteamericano. El sistema de control de Estados Unidos dispone de un solo
proveedor de servicios de navegación aérea para ruta. ¿Cuántos utiliza Europa?
Exactamente 38 proveedores distintos.
La
fragmentación del espacio aéreo europeo es un resultado histórico, su
control está asociado a la soberanía de
cada estado. ¿Cuáles son las consecuencias más comunes?:
A) Muchos de los centros del control están por
debajo del tamaño óptimo en términos económicos.
B) Los avances tecnológicos no se adoptan de forma
sincronizada en Europa con los costes de mantenimiento y contingencia para los
equipos que carecen de interoperabilidad.
C) Las aeronaves no siguen rutas directas por la
existencia de zonas reservadas de espacio aéreo, principalmente militares.
En este contexto surge la iniciativa comunitaria del cielo único
europeo que pretende reformar la arquitectura del sistema de gestión de
tránsito aéreo europeo permitiendo el cumplimiento de las necesidades futuras
de capacidad y seguridad así como los requisitos medioambientales. Los
objetivos más relevantes que se pretenden alcanzar son los siguientes:
1º) Intensificar la seguridad.
2º) Considerar el espacio
aéreo europeo como un único elemento continuo en términos de mejora de su
eficiencia.
3º) Garantizar un acceso
suficiente al espacio aéreo con fines civiles y militares.
4º) Sistemas de evaluación del
rendimiento.
5º) Transparencia en las
tasas.
6º) Potencial mejora de la red
de rutas.
Todos estos objetivos
supondrían aproximadamente un ahorro de 5000 millones de euros. Las compañías
aéreas reducirían su consumo de combustibles en 11,5 millones de euros al año,
sus emisiones de C02 caerían en 27,5 millones de kilos y la reducción de la
distancia volada en los trayectos afectados se cifra en 1.179.000 millas.
Para terminar, me gustaría
decir que el ahorro de estos costes supondría un abaratamiento de los precios
de los billetes de avión. Estoy seguro de que ninguno de vosotros pondría
problemas a viajar dentro de Europa a precios más baratos. Sin embargo ¿Pensáis
que la eficiencia del espacio aéreo europeo está por encima de todos esos
puestos de trabajo que se perderían al recortar en sistemas de control y
proveedores de servicios?
Aquí os dejo las fuentes en las que me he basado por si queréis echarle un ojo y profundizar en el tema:
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