lunes, 16 de febrero de 2015

Contenedores: casas y números de serie (II)

¡Hola! 

El pasado 14 de febrero Clara del Val nos hizo una interesante aportación sobre las casas-contenedor y alguna de sus características. Como arquitecto no puedo más que intentar profundizar un poco más sobre este tema, que a pesar de parecer un poco "off-topic", resulta de gran utilidad para saber qué se puede hacer con los contenedores cuando ya no se pueden usar para su objetivo original. 

La vida útil de un contenedor es de 7 a 14 años según regulaciones internacionales, por lo tanto, una vez pasado ese tiempo muchos quedan varados en puertos y bodegas ocupando espacio vacío. Por eso, aunque parezca que "el después" de un contenedor poco tiene que ver con la logística, tiene un gran peso al tenerse que decidir qué hacer con él una vez su utilidad se ha acabado. 

Vía Rainbow Containers

Para el mundo de la arquitectura, la utilización de contenedores supone un sinfín de posibilidades. Según el tipo de container del que se trate, nos podremos aprovechar de unas o otras ventajas. Por ejemplo los contenedores refrigerados nos ofrecerán de por sí un aislamiento perfecto al frío o calor exterior, o los Open Top o Flat Rack nos permitirán llevar cargas atípicas o de mayor tamaño que nos beneficie por alguna razón estructural. 

Como estructuras autoportantes que son, pueden ser apilados hasta ocho niveles y por lo tanto se puede ahorrar en el gran gasto que normalmente supone la estructura en la construcción de un edificio. 
Como comentaba Clara en la primera entrada, en efecto estos contenedores pueden parecer caros para la compra de un individual, pero para una constructora, el ahorro brutal de gastos que supone la utilización de estas estructuras prefabricadas compensan el gasto del contenedor en sí.  

Además son modulares, cosa que permite el ensamble de éstos en formas diferentes sin importar el lugar donde se van a emplazar, economizando tiempo, energía y recursos. 



Por último os quiero dejar un par de casos que ejemplifican las posibilidades de dicho sistema, y que además nos sorprenden por sus impactantes acabados tanto interiores como exteriores. 

El primero en el país pionero por excelencia de las estructuras modulares: Japón. Un proyecto de 2011 diseñado por Daiken-Met Architects. Se trata de un edificio de oficinas construido a base de contenedores que no sólo se ahorró el coste en la estructura, sino que también permitió eliminar los cimientos por debajo del nivel de calle, con lo que ni siquiera se tuvo que acondicionar el terreno. 

© Shinkenchiku-sha
Vista exterior

Probablemente lo que resulte más impresionante sea el acabado interior, en el cual resulta evidente que se invirtió más dinero para conseguir un resultado más satisfactorio. 

© Shinkenchiku-sha
Vista interior


El segundo proyecto que quería presentaros es uno muy bonito en el que gracias al ahorro en costes que supone la utilización de este sistema se pudo construir una escuela primaria en un lugar donde la mayoría de los alumnos son hijos de granjeros o de muy bajos recursos. Se trata de un diseño de Tsai Design Studio, y está situado en el valle de Durbanville, cerca de Cape Town en África. El proyecto utilizó un sencillo container de 12m de largo como unidad para crear una clase de 25 niños entre 5 y 6 años. Su techo elevado protege del sol mientras que el espacio abierto permite controlar el fuerte calor. 



Espero que os haya gustado. Igual puede parecer un espacio interior un poco frío pero desde luego mucho mejor que el "no espacio" que tenían antes. Así que ya sabéis, los contenedores tienen una vida útil determinada para el transporte de mercancías, pero nunca hay que olvidar que el después que les depara alberga un sinfín de opciones. 


5 comentarios:

  1. ¡Hola Xevi! La verdad es que el artículo que publicó Clara resultó muy revelador, si bien es cierto que (por mi parte), lo enfoqué como un "yo no podré tener nunca una casa-contenedor porque es muy cara". Ahora bien, si desde el punto de vista de una constructora sí que sale rentable... ¡genial!

    Me recuerda en cierto modo a esos barracones donde a veces tienen que dar clase los niños cuando su colegio ha sufrido daños por alguna catástrofe, que suelen estar en unas condiciones bastante malas. Sin embargo, dado que eres arquitecto, tu opinión favorable sobre las ventajas que a nivel estructural tienen los contenedores tiene mucho peso, por lo que me resulta una salida muy bonita para niños en situación de exclusión social. A lo mejor es una buena salida para poblados y chabolas...

    En fin, como siempre digo, y con razón... ¡muy interesante! :)

    Un abrazo.

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  2. También se pueden hacer cosas muy chulas con los palets... http://www.upsocl.com/verde/35-ingeniosas-formas-de-reutilizar-palets/

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  3. Este tipo de edificios me parecen espectaculares. Muchas gracias por el aporte (y por continuar con el tema que propuse).

    Además, no tenía ni idea de que los contenedores tuvieran una vida útil tan larga. Entre 7 y 14 años me parece un periodo muy largo, sobre todo teniendo en cuenta las condiciones a las que se ven sometidos.

    ¡Muchas gracias, Xevi!

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  4. Parece que los contenedores representan sólo una excelente oportunidad para el transporte de diversos productos. Pero como se puede ver, también se pueden construir instalaciones interesantes y modernas que cumplan la función de casas residenciales. En http://www.balticon.es enc;ontrará contenedores de cualquier tamaño que se pueden convertir fácilmente a este tipo de viviendas

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