Desconexión entre marketing y logística

 ¡Buenas tardes! 

         A raíz de lo que vimos durante estas últimas sesiones sobre el envase y embalaje de las mercancías me gustaría tratar un poco este tema desde el punto de vista del impacto que, a través de packaging, el marketing puede tener en la actividad logística. En el post "Las Smart Labels Low Cost" se habla del etiquetado inteligente y como nos puede servir para saber la ubicación y condiciones en que se encuentra el paquete. Yo voy a tratar la identificación del producto, pero en otro sentido. Y para ello os voy a contar la situación que hace unos días vivió un amigo:

         Mi amigo decidió comprarse un nuevo Smartphone por Internet, y quería que su teléfono fuese de color verde, así que así lo pidió. Cuando le llegó el teléfono y abrió la caja se dio cuenta de que no era verde, sino naranja. Pues bien, ya que el móvil era nuevo y en principio para una larga temporada, decidió devolverlo y volver a pedir otro del color que le gustaba. Así lo hizo. Unos días más tarde el Smartphone llegó a casa. Ilusionado lo abrió, esperando encontrarse ya su teléfono verde nuevo. Pues imaginaos, cuando abrió la caja y cogió el teléfono… ¡era naranja otra vez! Esta vez decidió ponerse en contacto directamente con la compañía para explicarles lo que había ocurrido y, tras disculparse con él, finalmente le enviaron el móvil que desde un principio había querido.

         ¿Cuál pudo ser el problema aquí? Veréis, la caja en la que venía el teléfono móvil es blanca y en ella aparece una foto del teléfono, siempre de color verde (del que quería mi amigo). Podríamos pensar que esta fotografía identifica el color del móvil que viene en el envase, pero no es así. Además de esta imagen, en uno de los laterales de la caja hay un pequeño punto que es el que realmente nos dice cual color del Smartphone que contiene:

         La elección del color verde para la fotografía de la caja de este teléfono es una decisión de marketing. El envase es parte del producto, y por lo tanto es una cuestión que el departamento de marketing de las empresas ha de tener en cuenta al diseñarlo.

         Ahora bien, no hay que olvidar que más allá de su función comercial, el envase cumple también con una función logística de vital importancia: sirve para proteger al producto durante su transporte, para prepararlo para su almacenamiento y, algo que en este caso fue fundamental, para identificar el producto.

         Para que ambas funciones, comercial y logística, puedan ser compatibles, es necesario que la comunicación entre el departamento de marketing y de logística de la empresa sea fluida y coherente.  Así será más fácil minimizar errores en todo el proceso, desde la fabricación del producto, hasta que este llega a manos del consumidor final.